jueves, 3 de abril de 2008

EL DESIERTO DE HIELO: LOS VIAJES DE SHACKLETON Y ADMUNSEN

Autores: Marta Benito, Kevin Romero, Lorena Vargas, Gonzalo Viñas, Pedro Luis Toledano y Mónica García.

LECTURA: "La esfinge de los hielos".


El Desierto de Hielo


Expediciones dirigidas por Roal Admunsen y Robert Scott se dirigen en paralelo hacia una misma meta. Trineos tirados por perros esquimales por un lado y equipos mixtos de perros y ponies siberianos por otro. Admunsen llega el primero al polo Sur. Era el 14 de diciembre de 1911. Scott lo haría un mes después. Al regreso glorioso del primero se contrapone con la tragedia del segundo. Scott y los cuatro componentes de la la expedición británica mueren congelados.
Shacklenton es, sin duda, el personaje que mejor encarna al héroe antártico. Participante en anteriores expediciones antárticas, en 1914, pretendiendo unir el mar de Wedell y el mar de Ross a lo largo de las Montañas Transantárticas, su buque, el Endurance, queda atrapado en la banquisa. Durante casi un año anduvieron flotando por los hielos, encontrándose a 580 km. de tierra firme. Ante el peligro de perecer en el desierto azul, deciden poner rumbo a la isla Elefante, y desde allí parten 6 hombres en un bote de 6 m. Navegan 1300 Km. por el Estrecho de Drake hasta llegar a las islas Georgias del Sur.
Shackleton volvería a por el resto de sus hombres a borde del buque chileno Yelcho. En el Endurance iba un cámara de cine, Frank Hurley. Rodaría y fotografiaría todos los acontecimientos, incluyendo el hundimiento del barco. Es un espectacular documento histórico.

Roald Admunsen
Roald Engelbregt Gravning Amundsen (Borge, Noruega, 16 de julio de 1872 - Mar de Barents, 18 de junio de 1928) fue un explorador noruego de las regiones polares. Dirigió la expedición a la Antártida que por primera vez alcanzó el Polo Sur. También fue el primero en surcar el Paso del Noroeste, que unía el Atlántico con el Pacífico, y formó parte de la primera expedición aérea que sobrevoló el Polo Norte.
Contaba con una excelente formación naviera y una especial habilidad en las técnicas de supervivencia, aprendidas en parte de su experiencia en deportes invernales, en la vida de los esquimales, y en las expediciones que le precedieron.

Henry Shackleton
En 1914, un hombre, capitán de barco con 26 marineros y un polizón, se enfrentaría a una de las gestas más increibles, incluso hoy en día, en la historia de la navegación y las expediciones del siglo XX.
Sir Ernest Henry Shackleton, capitán angloirlandés, había sufrido más de un revés en sus intentos por conseguir la fama y la gloria. En la primera expedición de Robert Falcon Scott de 1902 en el Discovery, en la que marcó los limites de la Tierra del Rey Eduardo VII, tuvo que ser devuelto a Inglaterra contra su voluntad por contraer el escorbuto. En la expedición capitaneada por él mismo en 1908 con el buque Nimrod, se quedó a 97 millas del Polo Sur, aunque llegó al Polo Sur Magnético en 1909, y finalmente, Roald Amundsen se le adelantó, a él y a Scott, siendo el primer hombre en llegar al Polo Sur el 14 de Diciembre de 1911.
Shackleton, a bordo de un barco llamado Endurance (Resistencia), deseoso de conseguir una gran gesta, intentó realizar el único gran reto antártico que quedaba después de que Amundsen se le adelantara: cruzar el continente helado de mar a mar, pasando por el Polo Sur. Sería una travesía de 1800 millas, y la primera parte sería por territorio nunca antes explorado.
Pero una vez más, la desgracia se interpuso en su camino. Zarpó de Plymouth el 8 de Agosto de 1914, y el 5 de Diciembre partía de la estación ballenera de Grytviken en la isla de Georgia del Sur.
A partir de ahí, todo el viaje se complicó. Al pasar por las islas Sandwich del Sur el 7 de Diciembre, entró en la banquisa (mar helado a la deriva) lo que complicó muchísimo la navegación, hasta que el 18 de enero de 1915, el Endurance quedó atrapado en el hielo, a solo 150 km (un día bueno de navegación) de su lugar de destino, la Bahía de Vahsel.
Durante 10 meses, el Endurance fue a la deriva aprisionado por los bloques de hielo, hasta que el 27 de Octubre toda la tripulación abandonó la nave, ya que la enorme presión del hielo ponía en peligro la integridad del barco y la de sus ocupantes.
Finalmente el 21 de Noviembre de 1915, el Endurance no pudo aguantar más la presión y se hundió. Shackleton y sus hombres que habían montado un campamento cerca de la nave, tuvieron que abandonarlo en Abril, ya que el hielo que los sostenía se empezaba a resquebrajar. Utilizaron los botes que rescataron del Endurance, y gracias a ellos, consiguieron llegar a la pequeña y inhóspita Isla Elefante. Shackleton, que sabía que quedarse allí era morir, decidió lanzarse al mar en uno de los botes - el “James Caird” - junto con 5 hombres más, para intentar cubrir las 650 millas que le separaban de la Isla de Georgia del Sur, donde estaban las estaciones balleneras de Grytviken y Stromness.
Esto ocurría el 24 de Abril de 1916. Tras 17 días de travesía, casi irreconocibles después de haber cruzado 35 km de isla inexplorada sin apenas comida ni equipo y totalmente extenuados, aparecieron en la estación de Stromness, donde explicaron su historia al sorprendido encargado de la estación. Era el 20 de Mayo de 1916.
Cinco meses después, y tras tres intentos frustrados, Shackleton regresó a Isla Elefante para rescatar a sus hombres. Todos estaban con vida.
Esta aventura, ha quedado como una de las más grandes muestras de coraje, valor y capacidad de mando de la historia de las expediciones modernas. En el año 2000 se celebró el 75 aniversario de la aventura, y para la ocasión se publicaron infinidad de libros y hasta se estrenó un documental, Atrapados en el hielo, y una serie de televisión protagonizada por Kenneth Brannagh.

NUESTRA HISTORIA...
Era una noche de esas que le ponen a uno los pelos de punta. Todo estaba oscuro, nevaba y las calles de Londres estaban desiertas.
Un hombre mayor exhalaba su último suspiro. Postrado en la cama pronunció sus últimas palabras a su nieto de 9 años:
-Henry, quiero que conserves esto y que cuando muera, comiences a leerlo. Y ahora debo ir a reunirme con mis difuntos compañeros de expedición.
Y dicho esto, murió dejando caer sobre las manos de su nieto un pequeño cuaderno en cuya tapa se distinguían aún unas letras que decían:
DIARIO DE HARALD WHITE

Henry, aun siendo tan joven, lo comprendió todo y dijo:
-Tranquilo abuelo, lo haré.

Al día siguiente, comenzó a leer el diario de su abuelo...

20 de abril de 1910
Hemos salido del puerto hace un par de horas y ya hemos avanzado más de 50 millas.
Está a punto de anochecer. La tripulación está en cubierta y dentro de una hora nos reuniremos para cenar. Las condiciones meteorológicas son muy buenas, espero que continúen así. Jürgen Wild es el segundo de nuestra goleta, permanece dando órdenes a la tripulación y es muy respetado.
Llegó hace poco a mis oídos la noticia de que unos marineros ansiosos por enriquecerse seguirán una ruta paralela a la nuestra para conseguir pieles de foca.
Salimos de Gibraltar y he ordenado que la artillería esté preparada y un vigía permanente en la cofa. Esta es una zona muy frecuentada por los piratas y quiero estar preparado por si hubiera algún enfrentamiento.


21 de abril de 1910
Hoy continua nuestra aventura por intentar conquistar el polo sur. Los piratas están acechando nuestra embarcación no se que vamos a hacer para escapar. Esperamos que todo salga bien y que nadie resulte mal herido, eso es lo más importante.
Creemos que con la idea del vigía sera suficiente para que los piratas no hagan nada ni a nuestra tripulación ni a nuestra embarcación. Nos espera un día muy ajetreado.
Ya hemos dejado atrás a los piratas y hemos avanzado bastante. Las condiciones meteorológicas siguen siendo buenas e incluso hemos pasado ya el Trópico de Cáncer.

22 de abril de 1910
Esta mañana había una gran ventisca, pero a pesar de todo hemos podido continuar porque ha sido muy breve. No tengo muchas cosas que contar, porque ha sido un día muy normal como otro cualquiera.

23 de abril de 1910
El vigía se ha puesto a gritar que ha visto al VLAD TEPPÉS, que es la goleta que busca conquistar el Polo Sur para cazar focas. Por lo visto ellos también nos ha divisado y han empezado a disparar. Al lanzar un cañonazo nos han partido un mástil pero nuestra tripulación es bastante hábil y ha conseguido repararlo, aunque dicho mástil se ha visto disminuido unos centímetros.
Por suerte, se han dado cuenta de que no tenemos nada de valor y nos han dejado marchar.

24 de abril de 1910
Hoy hemos atravesado el Ecuador, lo que ha animado bastante a la tripulación, se ve mas actividad en cubierta y ya tienen todos una idea de como puede ser la Antartida, puesto que les he adelantado que es un paraje muy frío y árido.
Calculo que si para mañana el tiempo sigue así, ya habremos atravesado el Trópico de Capricornio.

25 de abril de 1910
No hemos atravesado el Trópico de Capricornio, pero la tripulación esta tan animada que incluso han hecho limpieza. Vamos a ir aproximándonos a la costa puesto que pasado mañana queremos hacer una parada.

26 de abril de 1910
Hoy si hemos atravesado el Trópico, creo que me precipite al dar aquella previsión puesto que la naturaleza es caprichosa.
La mar está tan calmada que en ocasiones puede llegar a avistarse tierra. Mañana pararemos.

27 de abril de 1910
A última hora hemos atracado en un pequeno puerto en medio del desierto de Nubia. Aquí la poca gente que hay es muy simpática.
Hemos decidido ir a cenar todos juntos a una posada del puerto para celebrar lo bien que va todo.
29 de abril de 1910
Hoy, después de aprovisionarnos, salimos del puerto. La tripulación ha dormido poco después de la fiesta de ayer, por lo que ya no se les ve tan activos. A pesar de ello, el barco avanza a una velocidad de vértigo para ser una goleta.
Estamos a 31º 28’ 38’’S 19º 00’ 44’’E

30 de abril de 1910
Hoy hemos vuelto a avistar al Vladd Teppés, y no sabemos como pero un par de horas más tarde nos había adelantado.
¡Cómo es posible! ¡Tenemos que adelantarles o cuando lleguemos al polo ya estará conquistado y no quedará ni una foca!

1 de mayo de 1910
Hoy ha sido el día más complicado para la Peral. Primero una tormenta estuvo a punto de hacernos zozobrar y luego, alcanzamos al Vladd Teppés, con el que mantuvimos una lucha. Hemos perdido a tres hombres, dos marineros y a nuestro bosseman, Charles Simons. A pesar de todo, un cañonazo hizo zozobrar al barco contrario y les conseguimos dejar atrás.

2 de mayo de 1910
Hemos comenzado a ver algunos bloques de hielo flotando en el mar, lo que indica que el deshielo este año va ha hacer que las cosas nos sean más fáciles. Las condiciones climatológicas son las más buenas que se me han presentado nunca y pienso que no tardaremos mucho en avistar tierra.

8 de mayo de 1910
Ya pueden verse las primeras ballenas a 49º 54’ 52’’S 20º 38’ 25’’E. Estamos muy próximos al Círculo Polar Antártico, a unos 5 ó 6 grados. Cuando he dado esta noticia a la tripulación en cubierta, inmediatamente se han puesto a pescar para celebrarlo cambiando el menú, pues en esa zona hay una gran variedad de fauna marina y además, deliciosa. Nuestro cocinero Maurice ha sabido combinar muy bien sus salsas con esos pescados tan deliciosos.

13 de mayo de 1910
Estamos a tres grados del Círculo Polar Antártico, mis hombres se mueren por llegar y el viento y las corrientes ya no están a nuestro favor, apenas avanzamos entre los hielos de la banquisa.
Hoy el segundo me ha preguntado que si seremos capaces de alcanzar el polo.
-Seremos capaces. Con fe y esfuerzo todo puede lograrse.-le he contestado
-No sabe lo que me reconfortan sus palabras, capitán.
-No se preocupe Jürgen, por la zona por la que pasaremos el Círculo Polar Antártico hay tierra inmediatamente por lo que no tardaremos mucho en alcanzar la Antártida, y si las cosas no se complican, en diez días más alcanzaremos el polo.

15 de mayo de 1910
Los dos días anteriores no hubo una tormenta en la banquisa que casi nos hace zozobrar en varias ocasiones, pero nuestro timonel Frank es el mejor en su trabajo.
Acabamos de llegar a la Antártida y hemos avanzado un par de kilómetros, el campamento ya está montado y la cena lista

18 de mayo de1910
Hemos avanzado 20km en estos dos días pero nos hemos retrasado, ya que hemos perdido a un marinero que murio congelado mientras dormía y al vigía que pisó una placa de hielo muy fina y cayó al agua a -18ºC.

25 de mayo de 1910
¡Lo hemos conseguido! ¡Hemos conquistado el Polo Sur! Hoy hemos llegado a donde nadie antes lo había hecho, sólo hemos tenido cinco bajas de los cincuenta hombres que formabamos la tripulación. En el hielo ya están clavadas las banderas de Noruega, la de Finlandia, la de España y la de Inglaterra.


Henry se quedó pensativo. Estaba en el cementerio, frente a la tumba de su abuelo, cuyo diario sostenía entre las manos.
-Fuiste un gran hombre y quiero que sepas, que mantendré tu lema: “Con fe y esfuerzo todo es posible”. Y que además, seguiré tus pasos.


FIN